¡Oh Jesús Sacramentado, Oculto bajo un velo de amor!
Tu, a quién mife contempal y mi corazón adora, recibe las primicias de este día y ¡dígnate bendecir mi pobre alma!
Prisionero voluntario del sagrado tabernáculo, ¡que mi fe te vea a través de esas murallas doradas! Allí estás, Salvador mío ... a pocos pasos de mí ... yo te saludo, Hijo verdadero del eterno Padre, nacido de la Virgen María para nustra redención ...
Te Saludo, verdadero cuerpo, en tanto que los primeros rayos del sol brillan sobre el techo de nuestro Templo... Te ruego, Jesús mío, espléndido, indefectible fuego del paraíso, que ¡ilumines mi inteligencia y purifiques mi alma!
En este momento en que las flores abren sus corolas embalsamando con perfumes suavesel aire de los campos,recibe,Oh Jesús mío el perfume de mi humilde y confiada oración. Tu, que eres el maná del desierto y que alimentas las almas necesitadas, baja a la mía siquierea espiritualmente ... Pobre como es, y frecuentemente afligida, tu gracia le servirá de consuelo y será su riqueza ...
Cuál será mi suerte en este día, Dios mío .. !Lo ignoro¡ Si tu corazón paternal me trae la alegría, ¡bendito seas!..
Si tu mano me presenta una cruz, de buen grado la acepto con la esperanza de que te dignes auxiliar mi desfallecimiento ...
De cualquier modo que sea, Cordero divino que boras los pecados del mundo, hazme participante de tu paz.
AMEN.
Traducción del Padre Jaramillo de Villamaría.
