
Angel de Dios que eres mi custodio, ya que la soberana piedad me ha encomendado a Tí, guárdame y defiéndeme en estanoche.
Te pido seño que visetes esta Tu casa, que rechaces y hagas ir muy lejos de ella todas las asechanzas del enemigo y que habiten en ella los Angeles y nos guarden en tu Santa Paz, y que descienda para siempre sobre Nosotros, Tu Santa Bendición.
AMEN.
Traducción del Padre Jaramillo de Villamaría.